jueves, junio 19

..CaMinO..


La noche los sorprendió, como tantas otras veces, juntos. Y, como todas esas otras veces,
los invadió la sensación de que un reflector los iluminaba desde arriba, cuando la oscuridad lo cerraba todo.

Nunca supieron de dónde venía el haz. Y si bien ninguno de los tres nunca se preocupó por averiguarlo, la dama del grupo prefirió localizar el origen de ese calor lumínico en el amor que nació entre ellos; en la hermandad que los unió luego de veinte años de vidas separadas.

Iban camino a ningún lado, pero juntos. En silencio, mirando al oscuro horizonte. Sin embargo la ausencia de sonidos no traía incomodidad entre ellos. Por el contrario, a ella la llenaba de orgullo. Para ella, que siempre sintió al silencio como una soga que presionaba su cuello hasta dejarla sin aire, poder compartir horas enteras con dos seres de su misma especie sin utilizar necedades sonoras era la gloria.

De repente, la voz de uno del trío quebró la paz.

Vayámonos.

Olvidándose del camino que tenía en frente, la responsable del rumbo de las cuatro ruedas que los transportaban corrió la vista del cemento y deslizó un incrédulo ¿adónde? a través de su boca. Y dejó que fueran sus ojos los que demostraran que ese punto no le importaba en lo más mínimo; que si esas cuatro manos la llevaban, cualquier destino del mundo era el indicado.

A cualquier lado, respondió el dueño de uno de esos pares de manos en los que ella tanto confiaba.

Una sonrisa invadió la cara de esas tres almas encerradas en un Renault 12 blanco modelo 94 que, en el medio de una noche negra de abril, brillaba iluminado por un potentísimo haz de luz. Más potente que el mismo sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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¡¡SÍ...YO ME VOY A CUALQUIER LADO!!

Yo me voy... con o sin manos de confianza, en bondi o en auto.
Me voy caminado, hasta la cama
mañana tengo un parcial.

Saludos...Ana Julia